Comentario 1
En Eclesiastés 3:1-8 aprendo que hay un tiempo determinado para cada actividad bajo los cielos. Me enseña que en la vida, tanto en el mundo natural como en nuestras experiencias, hay ciclos y temporadas. Hay momentos de alegría y de tristeza, de ganancia y de pérdida. Esto nos beneficia al recordarnos que no todo en la vida es constante y que debemos ser pacientes y discernir la "temporada" en la que nos encontramos. Nos ayuda a no desesperarnos en tiempos difíciles y a no confiarnos demasiado en tiempos de prosperidad, reconociendo la soberanía de Jehová sobre el tiempo.
Comentario 2
En Eclesiastés 3:11 es una de las perlas más valiosas del libro: "Él lo ha hecho todo hermoso a su debido tiempo. Hasta ha puesto la eternidad en el corazón de ellos". Me enseña que aunque los humanos no podemos comprender por completo la obra de Dios, Él ha hecho cada cosa a su debido tiempo y de manera hermosa. Nos ha dado un sentido de la eternidad y un anhelo de vivir para siempre, lo que prueba que la muerte no es un estado natural. Esto nos beneficia al darnos la certeza de que el propósito de Jehová es que la vida sea eterna, lo cual nos da una esperanza firme y nos ayuda a ver la vida en su contexto completo, no solo en nuestro breve paso por ella.
Comentario 3
En Eclesiastés 3:12, 13 aprendo que no hay nada mejor para el hombre que alegrarse, hacer el bien y disfrutar de su duro trabajo, porque esto es un regalo de Dios. Me enseña que el verdadero gozo no se encuentra en la búsqueda de la riqueza o el placer egoísta, sino en las cosas sencillas de la vida y en el servicio a los demás. El disfrutar de nuestro trabajo y de los dones de la vida es algo que proviene directamente de la mano de Jehová. Esto nos beneficia al motivarnos a ser agradecidos y a encontrar alegría en las bendiciones cotidianas, sin tener que buscar la felicidad en cosas grandiosas.
Comentario 4
En Eclesiastés 3:14 es importante que "todo lo que hace el Dios verdadero dura para siempre. No hay nada que añadirle y no hay nada que quitarle. El Dios verdadero lo ha hecho así para que la gente le tema". Me enseña que las obras y los propósitos de Jehová son perfectos e inmutables. No podemos cambiar lo que Él ha decidido, y es por eso que debemos tenerle el debido temor, respetando su voluntad y sus normas. Esto nos beneficia al recordarnos la futilidad de oponernos a los designios de Jehová y la sabiduría de someternos humildemente a su voluntad.
Comentario 5
En Eclesiastés 3:17 aprendo que el Dios verdadero juzgará tanto al justo como al malvado. Me enseña que aunque en el mundo veamos injusticia y maldad en lugares donde debería haber justicia, Jehová no lo pasará por alto. Habrá un tiempo de juicio y rendición de cuentas. Esto nos beneficia al darnos consuelo y tranquilidad, sabiendo que Jehová es el Juez Supremo que corregirá todas las injusticias a su debido tiempo. Nos anima a seguir haciendo lo que es correcto, sin importar lo que otros hagan.
Comentario 6
En Eclesiastés 3:19, 20 aprendo que los humanos y los animales tienen el mismo final: la muerte y el regreso al polvo. Me enseña que, desde un punto de vista puramente físico, no hay diferencia. Esto nos beneficia al recordarnos la humildad que debemos tener, reconociendo nuestra fragilidad. No obstante, el versículo 11 nos da la esperanza de que Dios nos ve de manera diferente, ya que ha puesto la eternidad en nuestro corazón, lo que demuestra que su propósito para nosotros es superior al de los animales.