LECCIÓN 42 — Jonatán es valiente y leal
¿Cómo mostró Jonatán que era valiente?
Jonatán se enfrentó a un grupo de filisteos con solo su escudero, confiando en que Jehová le daría una señal para saber si debía atacar.
Aunque estaban en desventaja, Jonatán subió la colina y derrotó a 20 soldados, demostrando que su valentía venía de confiar en Jehová.
Jonatán no dejó que el miedo al peligro o al enemigo lo detuviera, porque sabía que Jehová podía salvar con muchos o con pocos.
¿Cómo mostró Jonatán que era leal?
Jonatán aceptó que Jehová había elegido a David como futuro rey, aunque eso significaba renunciar al trono que naturalmente le correspondía.
Defendió a David aun sabiendo que su propio padre quería matarlo, arriesgando su vida por proteger a su amigo.
Le dio a David su túnica, su espada, su arco y su cinturón como señal de su apoyo y amistad sincera, sin envidia ni competencia.
¿Qué nos enseña este relato acerca de Jehová?
Jehová valora profundamente la lealtad sincera. Jonatán fue leal a Jehová primero y por eso pudo ser leal a David. Esto muestra que Jehová aprecia a quienes ponen Su voluntad por encima de sus propios deseos.
Jehová fortalece a quienes confían en Él. La valentía de Jonatán no era solo coraje humano; era fe en que Jehová podía darle la victoria incluso contra un enemigo más grande.
Jehová se fija en las intenciones. Jonatán defendió a David porque sabía que Jehová lo había escogido, y Jehová vio esa actitud pura y desinteresada. Hoy también ve cuando apoyamos lo que Él aprueba.
Jehová recompensa la bondad y la amistad sincera. Años después, David buscó a Mefibóset por amor a Jonatán, mostrando que Jehová no olvida la lealtad verdadera.
Jehová apoya la paz y la justicia. Jonatán habló con su padre para evitar que cometiera un pecado matando a David. Jehová aprecia cuando buscamos resolver conflictos de forma justa.
Lecciones prácticas para nuestra vida
La verdadera valentía nace de confiar en Jehová. Jonatán no era temerario; actuó con fe. Nosotros también podemos enfrentar situaciones difíciles con calma cuando confiamos en Jehová.
La envidia destruye amistades, pero la humildad las fortalece. Jonatán pudo haber tenido celos de David, pero eligió apoyarlo con sinceridad. Esto nos enseña a alegrarnos por lo que Jehová da a otros.
Un amigo verdadero nos acerca a Jehová. Jonatán animó a David cuando estaba huyendo, recordándole que Jehová lo había elegido. Hoy también debemos buscar amistades que nos fortalezcan espiritualmente.
Defender lo correcto a veces requiere valor. Jonatán se enfrentó a su propio padre para evitar un pecado. Nosotros también debemos mantenernos del lado de lo justo, incluso cuando no es fácil.
La lealtad deja huellas que duran años. David cuidó a Mefibóset por amor a Jonatán, demostrando que una amistad basada en Jehová produce frutos duraderos.
LECCIÓN 43 — El pecado del rey David
¿Cuál fue el pecado de David?
David tomó a Bat-Seba, aunque sabía que era esposa de Urías, y tuvo relaciones con ella, lo que ya era un grave pecado ante Jehová.
Al enterarse de que Bat-Seba estaba embarazada, intentó ocultar lo sucedido y manipuló la situación para que Urías muriera en batalla.
Su error no fue solo la acción inicial, sino también tratar de encubrirla, demostrando que el pecado siempre trae más consecuencias cuando se intenta esconder.
¿Cómo ayudó David a su hijo Salomón?
David reunió materiales valiosos como oro, plata, madera de cedro y trabajadores hábiles para facilitarle a Salomón la construcción del templo.
Le entregó planos detallados que Jehová mismo le había inspirado, asegurándose de que Salomón supiera exactamente cómo debía construirse la casa de Jehová.
Lo animó con palabras de fe, recordándole que Jehová lo apoyaría y que debía ser fuerte, valiente y cumplir la obra asignada.
¿Qué nos enseña este relato acerca de Jehová?
Jehová ve todo, incluso lo que intentamos esconder. Aunque David trató de ocultar su pecado, Jehová lo vio y actuó. Esto nos recuerda que nada está fuera de Su alcance y que Él conoce nuestras acciones y nuestras intenciones.
Jehová corrige con justicia, pero también con misericordia. David sufrió consecuencias por su pecado, pero Jehová no lo eliminó porque vio su arrepentimiento sincero. Así aprendemos que la disciplina de Jehová busca restaurar, no destruir.
Jehová valora el arrepentimiento genuino. Cuando David dijo “He pecado contra Jehová”, no se justificó ni culpó a otros. Jehová vio ese corazón humilde y lo perdonó. Él hace lo mismo hoy cuando somos sinceros.
Jehová no abandona a quienes se arrepienten. A pesar del error grave de David, Jehová lo siguió usando y le permitió preparar la obra para el templo. Esto enseña que Jehová puede darnos una nueva oportunidad cuando cambiamos de corazón.
Jehová quiere que Su adoración se haga con excelencia. David entendió que el templo debía ser algo digno de Jehová. Esto muestra que Jehová merece lo mejor de nosotros, especialmente en nuestra adoración.
Lecciones prácticas para nuestra vida
Encubrir un error solo genera más problemas. David intentó ocultar su pecado y terminó afectando a muchas personas. Esto nos enseña a ser honestos y a buscar ayuda en Jehová desde el principio.
Arrepentirse sinceramente abre la puerta a la misericordia. David no negó su falta, la reconoció. Nosotros también podemos recibir el perdón de Jehová cuando confesamos y dejamos el error.
Las consecuencias del pecado son reales, incluso cuando Jehová perdona. David fue perdonado, pero tuvo que enfrentar dificultades. Esto nos motiva a evitar decisiones impulsivas que puedan lastimarnos.
Preparar a otros para servir a Jehová es una obra valiosa. David no construyó el templo, pero hizo todo lo posible para facilitar el trabajo de Salomón. Nosotros también podemos ayudar a otros a cumplir su servicio a Jehová.
Jehová puede seguir usándonos a pesar de errores pasados. Lo importante es mantener un corazón humilde y obediente. Si cambiamos, Jehová puede bendecirnos y permitir que contribuyamos a Su obra.