Comentario 1
En Eclesiastés 1:2 aprendo que "la mayor de las vanidades... ¡todo es en vano!". Me enseña que los esfuerzos y las actividades que no están centrados en Jehová son, en última instancia, vacíos y sin sentido duradero. Salomón, quien lo tenía todo, llegó a esta conclusión después de buscar la felicidad en la riqueza, la sabiduría humana y el placer. Esto nos beneficia al ayudarnos a tener una perspectiva correcta de las metas y ambiciones de este mundo, recordándonos que la única vida que tiene verdadero significado es la que se vive para agradar a Dios.
Comentario 2
En Eclesiastés 1:4-7 es importante la observación sobre el ciclo repetitivo de la vida y la naturaleza. Me enseña que las cosas de este mundo parecen girar en círculos sin llegar a un fin. La tierra permanece, pero las generaciones de humanos pasan. El sol, el viento y los ríos siguen un patrón constante. Esto nos beneficia al recordarnos que la verdadera satisfacción no se encuentra en la rutina monótona de la vida, sino en algo que trasciende este ciclo, como el servicio a Jehová.
Comentario 3
En Eclesiastés 1:8 aprendo que "todas las cosas cansan" y que el ojo y el oído nunca se satisfacen. Me enseña que la búsqueda interminable de más posesiones, conocimiento o placeres no nos da la felicidad. Siempre queremos ver algo nuevo o escuchar algo diferente, pero al final, todo es repetitivo y nos deja con una sensación de vacío. Esto nos beneficia al motivarnos a buscar la felicidad en las cosas espirituales, que son las únicas que pueden llenar nuestro corazón de manera duradera.
Comentario 4
En Eclesiastés 1:13, 14 me enseña que la sabiduría humana por sí sola, sin una relación con Dios, es una "frustrante ocupación" y "es perseguir el viento". A pesar de que el rey Salomón era el hombre más sabio de su tiempo, llegó a esta conclusión. Esto nos beneficia al darnos la perspectiva correcta sobre el valor del conocimiento de este mundo, recordándonos que sin el conocimiento de Jehová, todo es en vano. Nos ayuda a priorizar el estudio de la Biblia y la búsqueda de la sabiduría divina por encima de cualquier otra cosa.
Comentario 5
En Eclesiastés 1:15 aprendo que "lo que está torcido no se puede enderezar". Me enseña que, por mucho que nos esforcemos, no podemos arreglar por completo un mundo corrompido por el pecado. Esto nos beneficia al ayudarnos a aceptar las limitaciones de lo que podemos lograr por nuestra cuenta y a no desanimarnos. Nos recuerda que la única solución a los problemas del mundo y a la imperfección humana es el Reino de Dios.
Comentario 6
En Eclesiastés 1:18 es importante que "mucha sabiduría trae mucha frustración" y "el que aumenta su conocimiento aumenta su dolor". Me enseña que cuanto más sabemos sobre los problemas, la maldad y las injusticias de este mundo, más dolor podemos sentir. Esto nos beneficia al ayudarnos a reconocer que el conocimiento por sí solo no es la clave de la felicidad; la sabiduría debe venir de Jehová para que nos dé paz y esperanza, a pesar de las cosas negativas que vemos a nuestro alrededor.